lunes, 13 de septiembre de 2010

POR AQUÌ EL TIEMPO NO PASA


Hemos aceptado pasivamente desde nuestro nacimiento la lucha inagotable contra el tiempo, medimos nuestras acciones, nuestra existencia, nuestros pensamientos y emociones en tèrminos de una lìnea ascendente, pareciera que nuestro Yo INTERNO ha sucumbido por las acciones incontroladas y reguladas por el mundo externo.
La reflexiòn, el anàlisis, el saber detenernos para tomar decisiones dejaron de ser fundamentales, ahora la inmediatez, lo desechable y la comprensiòn absurda de la vida en tèrminos de la competencia han llevado al hombre a replegar su espìritu en la dimensiòn del sobrevivir.
Cuando se pierde la inmanencia y el valor de ESTAR, nos distanciamos de la trascendencia, implicaciòn èsta que nos induce a no tener conciencia de nuestro propio tiempo, en esa ausencia temporal del ESTAR jamàs visualizaremos el tiempo del EXISTIR.
Cuando la obseciòn invade nuestra conciencia, el tiempo sale de nuestra existencia para convertirse en verdugo... no tengo tiempo... no me alcanzò el tiempo... no hay tiempo... y en el peor de los casos no tengo tiempo para mi...
Ahora que me lees y comprendes que el tiempo no es una realidad que està fuera de , sino una comprensiòn de tu propia realidad entonces, por què te afanas?, con quièn compites?, cuàndo vas a protagonizar tu propia escena?.
William Celeita Cubillos

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